miércoles, 10 de diciembre de 2008

Siempre es lo mismo... ni se imaginan

¿Qué cree? No quería recordarlo pero ya me visualicé en un tren con sillas de a dos: ellos dos en una y yo... en otra. No lo entiendo. Mi memoria y yo nos devolvemos unos años, y me acuerdo de la figura débil, saludable pero débil de carácter y creo que era un disfraz, no era real, no podía y aún no puedo creerlo. Y luego vienen recuerdos más recientes de desconocidos, como en una vida paralela donde no soy nadie. Recuerdo el golpe, y recuerdo lo que prometí, seguramente, ese mismo día... Qué mamera echar cosas en cara, no quiero y me resisto, pero saldrá tarde o temprano, sobre todo porque he crecido y simplemente no lo comprendo.
No hay conductos regulares ni irregulares. La salida es explotar y decirlo todo, pero no lo voy a hacer porque su muralla es muy alta y fuerte, y de este lado ahora hay otra que a veces se debilita. Hoy está tan fuerte como en esos días; recuerdo exactamente lo que sentía. Era un nudo en la garganta o más abajito, escalofríos y la certeza de que NO HAY NADA QUE HACER, aguántese, usted tomó la decisión, ahora asuma las consecuencias. Eso me digo yo. Lo que le diría a él sería algo como: apuesto a que algunas cosas sí te duelen, apuesto a que sí lloras, apuesto a que sientes y sé que cambias de máscara con facilidad. Vivir dos vidas no es fácil, pero tú lo decidiste ¿por qué tengo yo que asumir las consecuencias?
Piensa por lo menos en mí, yo no soy cualquier persona... tú sí eres alguien especial y creo que yo lo demuestro todo el tiempo... Me duele que me importe cuando me demuestras que te cuesta pensar en mí.

1 comentario:

VANALIDADES dijo...

y al decírselo, cuál fue su respuesta?